Seño Mailén y Carola
1. Matemática
2. Ciencias Naturales
2. Ciencias Naturales
3. Educación Musical
4. Educación Tecnológica
Leemos: “Las civilizaciones de la antigüedad se las ingeniaron de alguna manera para medir el tiempo. Para esos tiempos las personas vivían con más contacto con la naturaleza, es por eso que buscaron una solución en la Naturaleza.
¿Cómo medían el tiempo? El conocimiento de las estrellas y del resto de los objetos celestes (Sol, Luna, etc.) era esencial para medir el tiempo. Para averiguar la hora se basaban en el movimiento del Sol.
Pero… ¿y los trasnochadores? ¿Cómo sabían la hora? De noche, utilizaban a la Luna y a las estrellas para saber qué hora era (en este tema ellos también averiguaron cómo se movían las estrellas y se dieron cuenta de que dan una vuelta completa alrededor de los polos celestes en un día).
A la hora de inventar el calendario, se valieron (nuevamente) de la observación del cielo nocturno. Advirtieron que en cada estación del año las estrellas que aparecían en un lugar del cielo y a una hora específica cambiaban.
Por ejemplo, imagínense a un griego que tenía una casa con un pequeño agujero en el techo que le permitía ver un pedacito de cielo. Todas las noches después de comer (era muy puntual y comía siempre a la misma hora), se sentaba en su sillón agotado y observaba el cielo de noche a través de ese pequeño orificio. ¿Y qué ocurría? A lo largo del año las estrellas que aparecían en su ventana estelar cambiaban.
Siguiendo con la historia, se logró identificar estrellas características de cada momento del año. Como le pareció lo suficientemente importante, lo comentó con los sabios de la civilización. Entre todos intentaron explicar por qué ocurría ello, pero la respuesta correcta no se supo sino hasta siglos más tarde.
Para reconocer mejor las estrellas de cada época del año, los antiguos inventaron las constelaciones. Agruparon las estrellas y, uniéndolas con líneas imaginarias, dibujaron figuras.
¿Cómo medían el tiempo? El conocimiento de las estrellas y del resto de los objetos celestes (Sol, Luna, etc.) era esencial para medir el tiempo. Para averiguar la hora se basaban en el movimiento del Sol.
Pero… ¿y los trasnochadores? ¿Cómo sabían la hora? De noche, utilizaban a la Luna y a las estrellas para saber qué hora era (en este tema ellos también averiguaron cómo se movían las estrellas y se dieron cuenta de que dan una vuelta completa alrededor de los polos celestes en un día).
A la hora de inventar el calendario, se valieron (nuevamente) de la observación del cielo nocturno. Advirtieron que en cada estación del año las estrellas que aparecían en un lugar del cielo y a una hora específica cambiaban.
Por ejemplo, imagínense a un griego que tenía una casa con un pequeño agujero en el techo que le permitía ver un pedacito de cielo. Todas las noches después de comer (era muy puntual y comía siempre a la misma hora), se sentaba en su sillón agotado y observaba el cielo de noche a través de ese pequeño orificio. ¿Y qué ocurría? A lo largo del año las estrellas que aparecían en su ventana estelar cambiaban.
Siguiendo con la historia, se logró identificar estrellas características de cada momento del año. Como le pareció lo suficientemente importante, lo comentó con los sabios de la civilización. Entre todos intentaron explicar por qué ocurría ello, pero la respuesta correcta no se supo sino hasta siglos más tarde.
Para reconocer mejor las estrellas de cada época del año, los antiguos inventaron las constelaciones. Agruparon las estrellas y, uniéndolas con líneas imaginarias, dibujaron figuras.
· Investigamos y dibujamos sobre alguna constelación que nos interese. Si tenemos la posibilidad, desde casa, nos tomamos un rato para observar el cielo de noche. ¿Encontramos un conjunto de estrellas que crean una figura?
5. Educación Plástica
¡Buenas!
Seguimos en cuarentena, así que como no podemos salir de casa seguimos trabajando a distancia:
Vamos a activar nuestra imaginación.
Para ello pedile a un adulto que te ayude. Elegí un lugar tranquilo de tu casa, cerrá los ojos, y escuchá con atención:
Te propongo que imaginemos el día que podamos salir de nuestras casas. (¡Ay las cosas que vamos a poder hacer, los lugares que vamos a poder visitar! ¡Pero sobre todo las personas que vamos a volver a ver y abrazar!)
Ahora imaginá el lugar al que queres ir, la actividad que te gustaría hacer primero y con quien queres reencontrarte. Tratá de prestar atención a lo siguiente: ¿Es de día? ¿Es de noche? ¿Se ve el cielo? ¿Y si se ve, de qué color es? ¿Es rojo furioso? ¿Azul intenso? ¿Gris lluvioso? ¿En dónde estás? ¿En un parque? ¿En la escuela? ¿En la vereda de tu casa? ¿O dónde? ¿Quiénes te rodean? ¿Es mamá? ¿Papá? ¿Algún abuelo? ¿Tus compañeros de escuela? ¿Es tu seño de plástica?
¿Qué estas haciendo? ¿Acaso estás corriendo? ¿O tal vez estas tomando sol en la plaza o en la playa? ¿Qué ropa tenes puesta? ¿Llevas sombrero, anteojos, paraguas…?
Contá todo lo que te imaginaste.
Agarrá una hoja y representálo (o sea dibujá en la hoja) lo que acabamos de imaginar.
Tenes que dibujarte a vos, a las personas y lugar que imaginaste. Una vez que lo hayas hacho te invito a que lo pintes. Con lo que tengas en casa, pueden ser lápices, crayones, temperas, podes pegarle papeles o imágenes de revistas, como hicimos en la actividad anterior.
Tené en cuenta que es muy importante cómo uses la hoja, y cómo colorees todo el espacio.
Recordá que todos los trabajos de plástica que hayas hecho en esta cuarentena debes guardarlos muy bien. Porque vas a llevarlos a la escuela para que los veamos juntos.
¡Vamos!
Espero vernos pronto. La seño Dany.
6. Educación Física
6. Educación Física
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